«Es necesario que el Estado vuelva a recuperar autoridad en los territorios»

«Es necesario que el Estado vuelva a recuperar autoridad en los territorios»

De cara a las próximas elecciones generales del 10 de septiembre en Santa Fe, desde Reveladas dialogamos con las primeras candidatas a concejalas de las diferentes listas que aspiran al Concejo de Rosario. En este caso charlamos con Caren Tepp, quien encabeza la lista de Ciudad Futura.

Por Lucía Vega.

La actual edila busca la reelección de la banca y se esperanza con que su fuerza política gané las elecciones y gobierne la ciudad de la mano de Juan Monteverde. En ese sentido, sostiene que la llegada de los servicios a los barrios populares, la democratización de las decisiones y la generación de oportunidades laborales serán fundamentales para construir una «ciudad segura».

¿Qué análisis realizás sobre el actual escenario a nivel local y provincial de cara a las próximas elecciones?

-Creo que en Rosario estamos en un momento histórico. Quienes estén de acuerdo con este modelo de gestión, con este modelo de ciudad, van a tener en el actual intendente al mejor representante como candidato; y todos aquellos que quieren un cambio, que somos casi un 80%, como lo arrojaron las PASO locales y provinciales, pueden darle un nuevo comienzo a la ciudad. No solamente para salir de esta crisis, para vivir tranquilos y sin miedo, sino también para dar una vuelta de página y volver a pensar en grande. Tienen en el compañero Juan Monteverde y en todas las militancias que somos parte de esta propuesta una opción real y alternativa de cambio. Nuestra experiencia y la propuesta de «Rosario Sin Miedo» es muy trascendente, no solo para la crisis que vive Rosario, sino para la crisis que estamos viviendo a nivel nacional y que, lamentablemente, si no se reacciona desde otra manera, va a seguir teniendo respuestas mucho más cercanas al fascismo y al odio, que a la democracia y al amor. La tarea en Rosario es no solamente generar una alternativa para nuestra ciudad, sino también alumbrar un espacio de esperanza a mediano y largo plazo en Argentina.

¿Cuáles creés que son las principales políticas públicas en materia de seguridad y trabajo que deben impulsarse desde el Concejo?

-Me parece buenísimo unir el eje trabajo con seguridad porque es central. Nosotros hace tiempo que venimos diciendo que una política de seguridad local tiene que tener tres dimensiones. Por un lado, por arriba, persiguiendo la ruta del dinero del narcotráfico y las economías delictivas, que claramente son un factor que explica que Rosario cuadruplique la tasa de homicidios de la media nacional. En eso, hemos avanzado en la construcción de una agencia contra el lavado de activos, que tenía mucha resistencia al principio en las distintas fuerzas de la ciudad, sobre todo del oficialismo, pero logramos después de mucho trabajo obtener los consensos necesarios. Hoy es una política que de manera muy incipiente se está poniendo adelante. Hay que profundizarla, dotarla de mayores recursos y sobre todo trabajarla a nivel de una agencia de inteligencia criminal para conocer desde el Estado municipal qué es lo que pasa en cada uno de nuestros territorios.

Por abajo, que es la estrategia fundamental, hay que urbanizar los barrios populares y garantizar condiciones de vida digna a gran parte de nuestra ciudad. Al día de hoy, por ejemplo, muchos carecen de acceso a agua potable. Se trata de llevar oportunidades reales de vida, sobre todo a los jóvenes de los barrios populares. Hay que llevar espacios deportivos, de inclusión, de arte, de cultura, pero también llevar la universidad pública y las herramientas para que puedan crear su propio trabajo.

Por el medio de esa estrategia de seguridad es necesario que el Estado vuelva a recuperar su autoridad en términos de gobernar los territorios. Necesitamos descentralizar las áreas de control municipal, pero además descentralizar la toma de decisiones. Tenemos una gran estructura con los centros municipales de distritos, que son una descentralización administrativa, a eso hay que acompañarla con una descentralización política. Tanto en las áreas ejecutivas del municipio como desde el Legislativo.

Ph Paula Sarkissian

¿Cuáles son las principales acciones que se pueden impulsar desde el Legislativo para mejorar las condiciones de acceso a los servicios en los barrios?

-Creo que hace falta una gran política de obra pública e inversión social en los barrios populares. Para eso, existen políticas nacionales como la Secretaría de Integración Socio Urbana. Como organización y con nuestra experiencia en el barrio Nuevo Alberdi estamos haciendo un proceso inédito. Incluso hemos intentado que todos esos fondos nacionales que hoy existen puedan priorizarse desde el gobierno de la ciudad de Rosario. Lamentablemente, el gobierno actual no tuvo los proyectos necesarios para poder aprovecharlo como lo hicieron ciudades como Córdoba.

También hay que volver a garantizar el sistema de salud de atención primaria, que fue una política revolucionaria en la ciudad de Rosario. Ahora se necesita de un refuerzo a sus trabajadores y trabajadoras y fundamentalmente de una rejerarquización de la salud y de la atención primaria. Hay que incorporar equipos interdisciplinarios que puedan trabajar la salud mental, frente a los altos niveles de angustia, frustración, de consumo problemático, que existe en toda la sociedad. Pero, además, se necesita retejer el tejido social desde abajo, desde la periferia al centro, de abajo hacia arriba y en eso, es necesario, un Estado municipal que trabaje con las organizaciones comunitarias. Más allá de que el Estado municipal no tenga competencias sobre la escuela y la educación, se necesita que trabaje con las y los docentes, porque son quienes están en los territorios que nosotros tenemos que gobernar, son quienes conocen a los jóvenes de nuestros barrios.

Creo que en esto las feministas tenemos mucho para aportar. Hoy vivimos en una sociedad donde la mayoría de nosotros tiene miedo. Nosotras entendimos de que el miedo no era una cuestión personal individual, que muchas veces la trabajábamos desde la culpa, sino que tenía que ver con una fuerte desigualdad y una fuerte violencia social. La traducción política que nosotras hicimos, fue a través de la organización, fue a través de entender de que la única posibilidad de respuesta era a través de la colectivización de esos miedos que teníamos y el mismo miedo que muchos de nosotros sentimos por vivir en esta ciudad hay que poder trabajarlo en respuestas políticas y proyectos de futuro.

En un momento donde no hay una demanda puntual que articule a todo el movimiento feminista, ¿cuáles creés que son los principales ejes en los que hay que trabajar para mejorar la calidad de vida de mujeres y disidencias?

-Es central volver a recuperar la agenda. Nosotras tenemos que construir una agenda de avanzada. Si nos quedamos solamente en una estrategia defensiva, de defender las conquistas que logramos obtener en este tiempo, vamos a terminar retrocediendo. Porque lamentablemente estamos viviendo en un clima y en un contexto, no solamente a nivel nacional, sino también regional e internacional, de reacción conservadora y fascista, de discursos de odio a lo que fue la gran ola feminista de los últimos años.

Por una parte, tenemos que abordar el tema de la violencia, una violencia que como lo hemos visto en números sigue dándonos cifras muy alarmantes de femicidios y transfemicidios. Tenemos que poder trabajar en la prevención, pero también en herramientas más eficaces de abordajes desde el acompañamiento y la reparación, la construcción de autonomía de esas mujeres y personas de las disidencias que sufren violencia de género.

Por el otro lado, debemos trabajar en políticas y acciones concretas en la distribución de los cuidados. En ese sentido, venimos impulsando un programa de cuidados a nivel municipal, que tiene que ver con reconocer el trabajo de cuidados, que hay un porcentaje muy grande de la población -no solamente los niños y las niña, sino que los adultos mayores, las personas que tienen alguna discapacidad- y que en algún momento de la vida, todos necesitamos del cuidado, que son trabajos, que no solamente están invisibilizados sino que también son feminizados y están muy precarizados, entonces hay que incorporar desde la mirada local algunas herramientas que tengan que ver con brindarle mayor formación, reconocimiento a las personas que trabajan de los cuidados como a aquellas que necesitan acceder a los cuidados.

Finalmente, es necesaria la promoción de políticas por la igualdad, para que se acompañe desde el Estado y desde las instituciones con herramientas reales para que cada una de nosotras y nosotres pueda ser realmente libre y tenga las herramientas para elegir de lo que queremos vivir, donde queremos vivir y con quien queremos vivir, sin tener miedo y sin sufrir violencia por ello.

Ph Paula Sarkissian

-¿Cómo es la situación del cupo laboral trans en la ciudad, aprobado en el 2016? ¿Qué políticas sobre diversidad sexual creen que son necesarias?

-El activismo de las organizaciones ha sido muy importante para que en la Municipalidad de Rosario se esté cumpliendo con el cupo anual laboral trans, pero nosotras hoy nos encontramos trabajando con dos situaciones: por un lado, aquellas compañeras y compañeras que lograron ingresar a través del cupo laboral trans y que hoy están preocupados por cuál va a ser su situación respecto a la jubilación. Creo que parte de la implementación del cupo laboral trans tiene que ver con brindarle ese trabajo formal e institucional a compañeras que son más grandes, que muchas de ellas la única posibilidad de laburo, no como elección sino como única opción, ha sido el de la prostitución, el de las calles y al estar sujetas a violencias cotidianas. Han logrado acceder a este derecho que es el trabajo formal en el Estado, pero sin lugar a dudas hay que acompañar su posibilidad de acceso real al derecho también de la jubilación una vez que alcancen la edad.

Por el otro lado, venimos trabajando en la necesidad de que se haga un acompañamiento y un trabajo de profundización de la Ley Micaela para todo el personal público. También hemos trabajado desde nuestro bloque y desde la Comisión de Feminismos del Concejo, en que no solamente hay que ser sigilosos del cumplimiento del cupo laboral trans en el ámbito público, sino que también hay que brindar y crear herramientas para que todas aquellas personas del colectivo travesti trans que quizás quieren trabajar en el ámbito privado en cualquier actividad lo puedan hacer, y se pueda estimular al sector privado para que esto ocurra.

¿Cómo encarar los daños que provoca el cambio climático desde la ciudad? ¿Cómo fue la gestión respecto de las quemas en las islas?

-Hay una deuda que tiene la ciudad con este tema. En nuestro plan de gobierno hay un eje central que tiene que ver con cómo desde las ciudades construimos herramientas para enfrentar el cambio climático. Hay muchas propuestas que hemos empezado a trabajar que por suerte logramos los consensos para que se aprueben y que, lamentablemente, el intendente actual no los ha puesto en marcha pero esperamos implementarlo de manera inmediata cuando asumamos el gobierno municipal.

Una de las cuestiones centrales tiene que ver con el tratamiento de los residuos sólidos urbanos y con toda la política de reciclaje. Vivimos en una ciudad que tiene una ordenanza de Basura Cero que cumplió 20 años y lejos de reducir la cantidad de residuos que enterramos, los hemos aumentado. Hoy estamos en 800 toneladas diarias de disposición final de residuos y básicamente el fracaso de esa política es porque estamos pidiéndole a la empresa que entierra los residuos y que cobran por la cantidad de residuos que se entierran que sea la que se encargue que esa cantidad de residuos disminuya, no hay forma de que eso ocurra. No sólo tiene un costo en términos ambientales muy alto, sino también en términos económicos. El contrato de residuos de Rosario es el contrato más caro que tenemos en el presupuesto municipal. Frente a esto creemos que existe una política concreta que es el sistema de reciclaje con inclusión social, que permite no solamente mejorar las condiciones y reconocer el trabajo de los recuperadores y recuperadoras urbanas, de los promotores ambientales, sino que también contribuye a reducir muchísimo los costos del presupuesto municipal.

Necesitamos poder trabajar en un plan de defensa de las islas y los humedales. Tenemos hoy cauces dentro de nuestra ciudad que no conocemos o que pensamos que son arroyos nomás que pasan por ahí y gozan de una biodiversidad enorme. Pensamos un plan también para promover un turismo ambiental que nos permita a nosotros y a quienes vienen a visitar nuestra ciudad, conocer estos espacios. Eso nos implica tener otro tipo de tratamiento sobre esos arroyos, tener otra relación con el río, promover el acceso al río.

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