Maricoteca es el primer buscador de artistas y gestorxs culturales LGTBIQ+ de América Latina. Un portal web que tiene su archivo histórico con referentes como Cris Miró, María Elena Walsh y Federico Moura. A un año de la creación del proyecto impulsado por Jimena Lusii, Endi Ruiz y Fifí Tango desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Reveladas dialoga con Manuela Brommer, colaboradora del espacio y creadora de Manuelisima, una revista caracterizada por la sátira y lo absurdo.

“La finalidad de Maricoteca es generar un espacio de encuentro y visibilidad de les artistas y participantes de la industria cultural, desde quienes son responsables de la puesta en escena hasta cantantes”, dice Manuela y comenta que en el sitio web se puede encontrar todo tipo de servicio que ofrezca algún integrante de la población LGTBIQ+,  desde quienes trabajan en diseño de indumentaria hasta trabajadoras sexuales ya que “no tiene censura porque se busca que la plataforma cumpla el rol de una red social”.

De forma simple y rápida, a quien le interese ser parte del buscador de arte queer puede crearse un usuario para completar sus datos. Una vez corroborada toda la información, les colaboradores del proyecto realizan la publicación de los perfiles.  La página ofrece filtros de búsqueda por ubicación, disciplina, rubro o identidad autopercibida de la persona que se quiera contactar.

Maricoteca.org contiene cientos de artistas y gestores culturales de Latinoamérica y, aun así, Manuela insiste en que necesitan llegar a nuevos territorios para encontrar referentes que puedan motorizar el proyecto en clave más local. “La cultura LGTB es importante para entender procesos culturales, políticos y sociales”, dice la referente y agrega que el espacio apuesta a brindar las mejores herramientas a todas las personas que se desempeñan o participen de los espacios culturales.

“Sentimos que hay un montón de informalidad y dificultades con las cuales nos encontramos las personas que pertenecemos al acervo cultural LGTB”, sostiene Manuela. Por otro lado, sentencia que a Rosario, conocida como cuna de artistas, “es difícil verla como una ciudad cultural por los aprietos del sector estatal y privado». Apuesta diciendo que les gestores culturales necesitan lugares donde puedan realizar propuestas autogestivas.

La particularidad de la propuesta del arte queer es reconocida como “el terreno necesario para que propicien otros mundos posibles”, expresa la artista y agrega que la cultura queer es más atrevida y menos normada, se vincula a la experimentación que moviliza por estar en las afueras de los márgenes del mundo. “Construir memoria LGTB es más simple de lo que puede llegar a sonar. Recomiendo a toda persona que tenga ganas de ponerse una peluca y no se anima a subirse a un escenario y decir lo que tenga ganas de decir”, sostiene.

La población LGTBIQ+ lucha por ocupar lugares que le fueron negados históricamente, específicamente por espacios de trabajo en los ámbitos públicos o privados.  Manuela argumenta que este discurso hay que repensarlo, o proponer otra forma de pertenecer a esos espacios que sea distinta la lógica de poder que se sostiene en las instituciones que se pretende ocupar. 

En una de las propuestas en las pestañas de la web, encontramos a Manuelisima, una puerta al mundo íntimo de Manuela, donde se encuentran conversaciones que propone desde lo absurdo. Un proyecto en el que juega con la propuesta estética y discursiva del mundo drag queen. Modelo, redactora y editora en jefe en un solo perfil. «Es una buena forma de hackear las redes sociales y subirnos a lo absurdo. Por lo menos en lo que respecta a la imagen, mostrar lo sincero y combatir las pretensiones de solemnidad y naturalidad», cierra.

Ph: Paula Sarkissian