Rosario será sede del 2° Encuentro Plurinacional de Activismo Gordo. Desde la organización, la activista Brenda Mato y la concejala Luz Ferradas nos cuentan de qué se trata esta iniciativa que busca terminar con los prejuicios y la violencia contra los cuerpos gordos.
El domingo 27 de noviembre, a partir de las 10 hs, en el Centro de la Juventud de Rosario (Avenida Belgrano 950 bis) se desarrollará el 2° Encuentro Plurinacional de Activismo Gordo. La propuesta, libre y gratuita, apunta a la visibilidad, la inclusión, la desestigmatización y la reflexión colectiva de las identidades gordas. Contará con talleres, feria de emprendedores, picnic gordo y actividades culturales. La organización del evento está a cargo del Colectivo de Gordes Activistas de Argentina, Gordes del Oeste y activistas gordes independientes de Rosario y Santa Fe. Toda la información acerca de la iniciativa es publicada a través de la cuenta de Instagram @gordesactivando. Allí también se puede encontrar el link para inscribirse.
El primero de estos encuentros fue realizado en la localidad de Morón en noviembre del año pasado, y participaron más de 200 personas. Estuvieron, entre otras referentes, la activista por la diversidad corporal, Brenda Mato; la creadora de contenido, Agustina Cabaleiro (popularmente conocida como Online Mami); la coordinadora de la organización Anybody Argentina, Mercedes Estruch; la filósofa Lux Moreno; y la escritora Cinthia Giselle Dalama. A partir de esa primera experiencia, se decidió que los próximos encuentros serían en diferentes localidades del país con el fin de federalizar la iniciativa.
Además de ser activista, Brenda Mato es modelo, creadora de contenido y una de las impulsoras de la Ley de Talles en nuestro país. En diálogo con Reveladas, cuenta que la idea comenzó a tomar forma cuando varias activistas que venían militando de manera individual se encontraron en un evento. “Nos dimos cuenta de que teníamos un montón de cosas en común y había mucha fuerza para poder hacer cambios reales. Poder encontrar, no solamente nuestros mensajes desde los propios lugares de activación, sino poder empezar a unirnos para generar y pedir cambios reales”, enuncia. Y agrega: “Nos pareció importante empezar a escuchar a otras personas y entender que la lucha es colectiva”.
En relación a la necesidad del diálogo con otrxs, explica: “Cuando vos sos una persona gorda todo el tiempo, desde afuera, te dicen que tu cuerpo es un problema, que vos tenés que hacerte responsable y que todo lo que te pasa es culpa tuya. Entonces, muchas veces te terminás encontrando con un montón de gente, con quienes no tenés nada en común más que el tamaño del cuerpo y te das cuenta de que atraviesan las mismas cosas. Y caés en la cuenta de que en realidad el problema nunca fue tu cuerpo, ni son responsabilidad tuya las cosas que te pasan, sino que hay una violencia estructural y sistemática que viene del afuera”.
Si bien la actividad está destinada a personas gordas, pueden participar todas aquellas que lo deseen, independientemente de su peso, dado que la problemática es inherente a toda la sociedad. Una particularidad que tuvo la primera edición fue que la enorme mayoría de quienes se hicieron presentes eran mujeres. También había varones trans pero ningún varón cis. “Por eso la invitación es a personas gordas de todas las identidades, entendiendo que es un encuentro completamente horizontal”, resalta la activista.
En clave temática
En cuanto a las temáticas abordadas hay tres cuestiones principales, que son el pilar de los debates que se llevarán adelante en el encuentro. La primera de ellas es la despatologización de la gordura. Sobre esto Brenda puntualiza: “Que nuestros cuerpos dejen de ser tomados como enfermos, simplemente por el tamaño que tienen. La gordura en sí misma no es una enfermedad. Sí consideramos que puede llegar a ser un factor de riesgo, sí consideramos que puede ser, incluso, síntoma de otra enfermedad, pero no una enfermedad en sí misma”. Según indica, lo que suelen recibir las personas gordas al entrar a un consultorio médico, en vez de la atención requerida, es únicamente violencia y la indicación de que deben hacer dieta.
Por otro lado, se plantea la autonomía corporal. “Que se nos deje de exigir todo el tiempo tener una corporalidad que no es la nuestra o que se nos exija modificar nuestro cuerpo, cuando puede o no ser nuestro deseo”, dice la entrevistada. ¿Por qué naturalizar que adelgazar es la meta? “Esta violencia sistemática que recibimos en nuestras corporalidades, todo el tiempo, en nombre de nuestra salud” describe la entrevistada sobre el gordo-odio. Y afirma: “Lo asentado que está violentar a las personas gordas y decirles que todo lo que están haciendo está mal, que sus cuerpos son públicos y que todo el mundo puede opinar sobre lo que hacen o no hacen, simplemente por cómo nos vemos. Lo que tendría que ofenderlos es que en 2022 exista un grupo de personas pidiendo por favor que las respeten”.
Ante la consulta acerca de la posibilidad de que el gordo-odio llegue a su fin en algún momento en Argentina, la entrevistada responde: “Siendo activista tengo que tener el optimismo para que esto suceda, pero creo que tal vez no lo llegue a ver. Es una violencia completamente naturalizada, social y muy aprendida”. Sin embargo, comenta que en la actualidad determinados discursos gordo-odiantes dejaron de pasar desapercibidos. Por ende, quienes los enuncian tienen que salir a dar explicaciones, ya no gozan de total impunidad. “Algo de lo que estamos haciendo está cambiando las cosas y está abriendo las cabezas de un montón de personas. Estamos viendo las cosas distinto”, concluye.
Activando lo local
Luz Ferradas es concejala del bloque Ciudad Futura y lanzó dos proyectos en relación al derecho a vestirse, que consisten en incentivos para aquellos comerciantes y productorxs de indumentaria que incluyan diversidad de talles en sus prendas. “Cuando presentamos las ordenanzas que aprobamos estuve en contacto con compañeras de Anybody Argentina, la organización que estuvo impulsando la Ley de Talles, aprobada en diciembre de 2019. Y a partir de eso intercambiamos algunas opiniones”. Fue a raíz de ese primer acercamiento que Mercedes Estruch le comentó la posibilidad de realizar el encuentro en Rosario.
El encuentro fue declarado tanto de interés municipal como provincial. Sobre esto, la entrevistada expresa: “Nos parece interesante que los diferentes órganos del Estado puedan empezar a prestar atención a la agenda de activismo gordo. Entendemos que la discriminación y la violencia que sufrimos es cultural y está arraigada en toda la sociedad, pero es el Estado quien tiene que tratar de emparejar y atender para igualar nuestra validez como cualquier persona”.
Frente a la pregunta sobre qué le aconsejaría a alguien que no se encuentra en comodidad con su cuerpo, la concejala responde que lo ideal es encontrarse con otrxs para sentirse acompañadx. “Nuestros cuerpos no están enfermos, no son anormales ni despreciables. Tenemos los mismos derechos que cualquiera a existir, con la forma que nuestro cuerpo tenga. Y es una tarea que se hace más fácil en lo colectivo”, detalla.
Interseccionalidad: ser mujer y ser gorda
Luz reflexiona en torno al hecho de ser mujer y gorda, entendiendo esto como un doble eje de opresión. Y expresa: “Las mujeres gordas tenemos poca representación en muchos ámbitos. También asumir esta parte de nuestra identidad, en clave colectiva y poder nombrarnos así es un trabajo que cada unx va haciendo, porque muchas veces está atado a experiencias dolorosas. No es fácil poder transformar ese dolor en otra cosa o entender que las vivencias personales en realidad responden a estos patrones más culturales”.
Finalmente, cierra: “Una de las consecuencias de esta violencia sistemática y simbólica que recibimos desde siempre las personas gordas, y las mujeres gordas en particular, hacen que tendamos a ocultarnos, a no hacernos visibles, porque nuestra sola presencia es el señalamiento de la discriminación y la violencia. Entonces, muchas veces tendemos a no estar en el radar, a quedarnos en nuestras casas y autocastigarnos por la violencia que recibimos. Creo que de a poco eso se va deconstruyendo, que hay muchas personas que vienen activando en cuestiones de visibilidad y eso va a hacer que podamos seguir reconociéndonos así en todos los ámbitos”.
