25N: Una reflexión sobre los discursos mediáticos que legitiman la violencia

25N: Una reflexión sobre los discursos mediáticos que legitiman la violencia

Un nuevo 25 de noviembre se hizo carne y, con esta fecha, también surge la necesaria reflexión sobre las formas de luchar para eliminar todo tipo de violencias contra las mujeres y disidencias. Como ya es conocido, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres nació a fines de la década del ’90 para conmemorar a las hermanas Mirabal de República Dominicana, asesinadas bajo la dictadura de Rafael Trujillo en 1960.

Muchas reflexiones después -y con muchas compañeras luchando por y para ello- podemos decir que la violencia contra las mujeres debe ser pensada como un problema estructural, ya que mantiene o incrementa la subordinación al género masculino. La falta de equidad en los distintos ámbitos hace que las distintas variantes de violencia aparezcan y se sostengan: violencia sexual, psicológica, física, económica, cultural, simbólica, afectando a las mujeres y disidencias desde el nacimiento hasta edades avanzadas. La multiplicidad de violencias obliga entonces pensar en el día a día. En lo cotidiano.

A modo reflexivo, desde Reveladas proponemos dar un giro hacia adentro de los medios, entendiendo que los discursos sociales se entrelazan con los mediáticos para la creación de noticias. Y que, muchas veces, se terminan reproduciendo determinados mandatos naturalizando los mismos porque no hay tiempo de revisar, por la costumbre, por el click. ¿No es momento, ya, de comenzar a aplicar lo reflexionado para continuar avanzando? 

La doctora en Periodismo y Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona, Mar de Fontcuberta, escribió en 1993 La noticia. Pistas para percibir el mundo. Allí explicó el cómo de la construcción de noticias. Desde que un hecho sucede hasta que se “empalabra” a través de periodistas que deciden contar lo sucedido, un hecho o acontecimiento “objetivo” pasa por múltiples filtros cargados de valores y experiencias personales, construcciones socioculturales, intereses de los medios a través de los cuales el hecho será contado, entre otras cuestiones.

Preservando sus nombres y lugares de trabajo, dialogamos con una redactora y una editora de los denominados medios “tradicionales” o “hegemónicos”, así como también sumamos reflexiones por parte de medios autogestivos que, desde su lucha y reflexión, proponemos e impulsamos un abordaje diferente.

El show del click: ¿Qué contamos para “medir”?

La forma de subsistencia de los medios de comunicación comerciales es, generalmente, por medio de publicidades. Las mismas son abonadas por clientes que esperan sean vistas y, para hacerlo, se deben garantizar los “clicks” por parte del público o audiencia. Entonces, ¿cómo se construye aquello que necesita ser leído? ¿qué desea leer quien lee? ¿cómo se accede a generar interés en alguien que debe hacer click para que el sitio reciba las visitas que necesita?

Luego de la mediatización y masificación del movimiento Ni Una Menos en 2015 y de la aprobación de la Ley Micaela posteriormente, se crearon capacitaciones para abordar distintas cuestiones ligadas a mujeres en los medios de comunicación, sobre todo respecto de noticias policiales y de femicidios. Aun así, hay otros segmentos o secciones que necesitan urgentemente una revisión.

Se trata de las denominadas “ocio”, “espectáculos” -según como las nombren los distintos medios, que son aquellas que albergan notas y noticias en donde se abordan cuestiones ligadas al mundo de las celebridades y lo que sucede con ellas en sus vidas cotidianas. “Este tipo de contenidos muchas veces ni siquiera es producido por nosotrxs sino que, como portal de noticias, tomamos notas de otros sitios y suele haber perspectivas que violentan a la mujer”, reconoce la editora entrevistada.

Esto refiere a aquellas notas mayormente provenientes de la denominada cablera, y que ofician “de relleno” para publicar una cantidad de noticias en determinado tiempo, siendo a su vez de las más consumidas por su ágil lectura y el entretenimiento en sí mismo. “El área de ocio principalmente es donde más se da este tipo de contenidos que pueden resultar ofensivos para la mujer”, resaltó la profesional.

Otra de las trabajadoras entrevistadas reflexionó: “Los medios, así en conjunto, reflejan y son reflejo de las sociedades donde circulan. Por eso, en una sociedad machista como la que vivimos esa ideología permea los contenidos de los medios de comunicación, a excepción de algunos medios feministas o medios comunitarios comprometidos con las cuestiones de género”.

Además del contenido, que suele contar con adjetivos calificativos o determinados enfoques que ubican a las mujeres en lugares estereotipados y negativos; las imágenes que acompañan estos contenidos también deben ser cuestionadas. “Lo que se ve mucho en los sitios web es que, cuando las mujeres son protagonistas, se las suele ilustrar totalmente fuera de contexto. Quizás se usan fotos de perfiles de Instagram de la mujer en cuestión, teniendo en cuenta que su perfil es público y abierto; o alguna foto de archivo en donde la mujer está expuesta de alguna manera. El problema es que muchas veces no tiene nada que ver con el contenido de la nota, y se busca el sensacionalismo a través del impacto visual que genera encontrarse con esa imagen”, explicó la editora.

Por buenas prácticas periodísticas

Ambas entrevistadas coincidieron en que no es casual que la mayoría de los espacios de redacción y edición son ocupados por varones. Si bien en la actualidad se va abriendo la posibilidad de que las mujeres comiencen a ocupar mayores lugares, queda aún mucho por trabajar.

También resaltaron que los cursos y talleres o capacitaciones con perspectiva de género o perspectiva feminista no son en su mayoría obligatorios, por lo cual son más las mujeres quienes asisten e incluso deciden pagar por su cuenta para formarse de esta manera ya que los medios no ofrecen este tipo de formación. O, en caso de hacerlo, son jornadas impulsadas por las propias trabajadoras y no tienen la continuidad necesaria.

A modo de conclusión, ambas entrevistadas brindaron su parecer respecto a crear mejores prácticas periodísticas al momento de decidir construir una noticia, editarla o trabajarla en caso de que provenga de otra fuente cuando, dentro de las mismas, las mujeres tengan algún rol.

“A la hora de comunicar o escribir tenemos que corrernos de los estereotipos que se han ido fortaleciendo sobre ciertos roles en donde la mujer queda asociada a la casa, a la crianza, a cuestiones de actitudes en donde aparece como mala compañera, con celos, donde nos peleamos por espacios o incluso por varones. Son cuestiones advertibles y hay que desecharlas”, remarcó la editora.

Y añadió: “Quizás no solamente se trata de no reproducir, sino que es importante empezar a promover otro tipo de contenidos, en donde nuestros lugares pasen por ser constructoras, impulsoras, pensantes. Donde podamos realmente advertir la desigualdad de género”.

En tal sentido, es importante comenzar a concebir a las mujeres como personas independientemente de su género. Esto ayudará a, mentalmente, ubicar y reconocer cuando un estereotipo comienza a apoderarse de la descripción de la persona en cuestión.

“Al momento de escribir o editar, es indispensable tener en cuenta el impacto que tendrá esa nota entre las personas que estamos retratando. Eso sin dudas nos ayudará a tomar algunas decisiones importantes”, finalizó la redactora.

Es importante recordar que existen otras propuestas de medios en donde la reflexión y la deconstrucción son las principales premisas para crear producciones periodísticas. “Pensamos la noticia como algo integral, no cayendo en sensacionalismos y permitiéndonos pensar en cada palabra utilizada, cada imagen que ilustra y acompaña”, destacó una trabajadora y co-creadora de un medio autogestivo.

La lucha continúa entrelazándose con cada palabra. La meta definitiva es que todos los medios comiencen a adoptar una postura que vele por los derechos humanos de forma completa -incluyendo así estas modificaciones fundamentales y urgentes en torno a las mujeres-. Por ello y a modo de conclusión, facilitamos algunos links con recomendaciones para comunicaciones no estereotipadas ni sexistas:

OXFAM Argentina

Ministerio de Mujeres

Vicky Rotemberg

Lic. en Psicología (MP7171) y Periodista.