Llegó a Rosario como muchxs, con una mochila, recuerdos de sus pagos, recomendaciones para la gran ciudad y sueños de estudio y trabajo. La urbe, con todo su potencial, la recibió y le abrió un mundo que la llevó a convertirse en una joven música que desde la Cuna de la Bandera salió -años más tarde- en su motorhome a conquistar toda la Argentina.
Dafne Usorach nació en Guatimozín un pueblito de Córdoba de no más de tres mil habitantes. Allí las posibilidades al terminar la secundaria son las mismas que en casi todos los pueblos “te quedas a vivir ahí y trabajas de algo relacionado con el campo generalmente o te vas a estudiar a una ciudad. Yo estaba entre La Plata y Rosario por las universidades de música y me vine acá, allá por el año 1999”, cuenta.
En los quince años que vivió en Rosario y que estudió en la escuela de música, que dio talleres y cursos, Dafne asegura que fue “descubriendo un mundo nuevo con una mayor cantidad de música que lo meramente comercial que llegaba al pueblo, se me abrió un abanico cultural en todos los sentidos”, señala y dice “ya sentía a mis 32 años que era medio de acá también”.
Desde 2015 hasta la actualidad la entrevistada emprendió un viaje por todo el país para llevar su música y también para trabajar y poder vivir de lo que ama. Junto a su compañera de vida Victoria dejaron la casa que alquilaban en Rosario, ciudad que las encontró y las convirtió en esposas, para ir recorrer la Argentina.
“Soy una mezcla de pueblo y de ciudad”, dice Dafne sobre su experiencia de vida y construcción identitaria. La artista tiene ya cuatro discos grabados: El primero de nombre “Néctar” de 2011, el segundo es un disco doble de nombre “Libre en mi Raíz” de 2014, ambos grabados en Rosario. En 2017 salió su tercer disco “Ego” que lo terminó de gestar en su viaje y lo grabó en La Pampa, y el último es “Ritmos de Viaje” de 2018.
Sobre su trabajo detalla: “En los primeros discos la maqueta y los arreglos fueron con músicos, el tercero lo hice todo yo por eso el nombre ‘Ego’ y en el último di como un pasito más porque aparte de tocar hice la parte de la grabación, y lo mandé a mezclar y masterizar a La Pampa. Ritmos de viaje surge como cierre de la gira, ya que cuando salimos desde Rosario partimos sin tener lugar donde volver y hasta 2018 estuvimos de viaje constante, siempre yendo, hasta que en septiembre de ese año compramos un terrenito en Villa de las Rosas, Córdoba, e hicimos una casita, de todo eso surge el disco”.

Talleres, libro didáctico y otras yerbas
Además de la producción discográfica, Usorach editó un libro didáctico llamado “Comuni Canciones – Ritmos sin estereotipos” con 14 canciones, 12 propias y se suman las clásicas Honrar la vida y La Cigarra, destinado a las escuelas.
“En las giras además de laburar en bares, conciertos, también íbamos con el espectáculo a escuelas secundarias sobre todo por las temáticas de las canciones: género, derechos humanos, diversidad, medios de comunicación, y ahí surge hablando con lxs docentes la posibilidad de pensar actividades conjuntas a las canciones que son en sí mismas disparadores», cuenta la entrevistada y agrega: «Lo que hicimos entonces fue convocar a personas que conocíamos cada una según donde nos parecía que podía aportar para pensar actividades para una canción determinada. Por ejemplo, para una canción que habla del ego convocamos a dos psicólogas de Chaco, para otra sobre medios de comunicación a una comunicadora de Corrientes, y en el caso de la que habla de la trata de personas a una abogada de Rosario y así con todas las canciones”, detalla sobre la construcción de esta herramienta didáctica.
El libro que se presentó en mayo está editado por Chirimbote y ya está recorriendo Santa Fe. Este 25 de junio se presentará en el Observatorio de Género y Derechos Humanos del Centro de Estudios y Desarrollo de Políticas Públicas (San Martín 824) de la ciudad de Firmat desde las 18hs con entrada libre y gratuita.
Por otra parte la cantante se destaca también por sus talleres de loop que “es lo que yo uso en vivo, aparte de cantar y tocar la guitarra tengo una loopera que es un pedal que graba y reproduce en vivo, es una herramienta que está en auge sobre todo para músicxs solistas”. Además está trabajando en la música de un documental de la conocida directora local Lucrecia Mastrangelo que se llama El laberinto de las lunas.

Letras para decir y provocar
Sobre el proceso de composición de sus canciones Usorach cuenta: “Escribo canciones para poder decir lo que pienso sobre las cosas que veo, que percibo, que me molestan, que me alegran. Las canciones son mi opinión sobre el tema del que habla la canción y trato de hacerlo desde el respeto. Es mi opinión, no considero que sea la verdad, es lo que yo puedo ver desde mi cosmovisión”.
En cuanto a las temáticas que abordan Dafne dice: “Muchas son sobre feminismo, género, diversidad pero no por oportunismo sino porque es lo que pasa ahora y lo que me afecta directamente”. Al respecto se interesa por destacar: “Es un compromiso grande porque no se puede decir cualquier cosa. Trato de leer, investigar, es un aporte además de hacer música” y cuenta una anécdota con uno de sus temas: “Hay una canción mía que se llama Nada Vez, del disco Ego, que en una parte dice como puede ser que desaparezcan 43, y una vez me pregunta una persona que era el 43 y le explico de lo de Ayotzinapa y me dice que no sabía nada de eso, entonces puede decirse que una canción deriva en varias cosas”.
El rol como cantante y compositora en crecimiento también la llevan a pensar sobre su trabajo: “Me reconforta sentir que no hago solo música sino que también puedo provocar algo en otra persona, que genere un cambio, aunque sea que le moleste. Mi rebelión cotidiana es tratar siempre desde la música de hacer algo más, tratar de dejar el mundo un poquito mejor de lo que me lo encontré”.
En consonancia resalta lo importante de la organización de las músicas por iguales derechos laborales: “Veo muy necesario la presencia de las músicas en todos lados y la organización colectiva. Las mujeres músicas tuvimos que agruparnos para poder avanzar en espacios donde no tendríamos que hacerlo porque parece del siglo pasado el reclamo, ni hablar de los grandes festivales donde entran en juego los amiguismos y las mujeres hasta afuera de eso quedamos. Se están logrando cosas, a mí me cuesta mucho participar de manera muy activa porque no estoy fija en ningún lugar, pero siento también que milito un poco desde el hacer, no voy siempre a tocar a lugares donde soy bienvenida y donde me están esperando, voy a lugares hostiles y la idea es poner el cuerpo, militar desde ahí”
Dafne pertenece al movimiento de la Mujer Trova integrado por mujeres músicas de diferentes lugares del país. “La única manera de avanzar es de manera conjunta, colectiva, y también abriendo espacios nuevos, no siempre se trata de ocupar los espacios que ya están acaparados por hombres sino abrir otros caminos”. Y en eso se encontrará en lo que queda del año, recorriendo los rincones del país y armando el circuito de trabajo que la lleva y la trae con su música, sus letras y su compromiso.