#MujeresSindicalistas | Las mujeres sindicalistas están y no desde hace poco tiempo, en el día a día de la vida gremial, son parte, se organizan, luchan y conquistan lugares de decisión y conducción, aún contra todas las barreras existentes y siempre junto a la potencia colectiva de otras mujeres y disidencias. En esta sección charlamos con mujeres sindicalistas -de la ciudad y el país- para conocer sus historias, cómo se ensamblan sindicalismo y feminismo, cómo recuperar el poder adquisitivo de los y las laburantes, cuáles son los desafíos para la unidad y la construcción de un programa propio del movimiento de trabajadoras y trabajadores.
Silvana Teisa es soldadora y actual delegada de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) seccional Rosario. Siendo una de las seis delegadas mujeres en un rubro ampliamente masculinizado, asegura que el mayor desafío es que se sumen más mujeres trabajadoras al sector y a la militancia sindical. En una entrevista exclusiva y de cara a lo que será su próxima asunción como concejala de la ciudad (en lugar del concejal electo diputado nacional Eduardo Toniolli), asegura que cuando un trabajador/a llega a un puesto puede legislar para su clase porque a los problemas no los ves desde arriba sino que los sufre igual que sus pares.
–¿Cómo fue tu infancia y vida laboral?
-Nací en Rosario, papá falleció cuando era chica y mamá se hizo cargo de la familia, ella nos crió sola a los cuatro hermanos, una guerrera. Mi historia laboral fue después de haber terminado el secundario, trabajando siempre en Comercio, hasta que buscando otras cosas comencé a trabajar en la industria, en una empresa de electrodomésticos donde era contratada, estuve un año ahí y después en el 2008 por un conflicto muy grande en otra empresa de electrodomésticos, que lleva a la renovación de personal con el ingreso de muchas mujeres, empecé a trabajar ahí.
Al principio me costó mucho, no se miraba qué sabíamos hacer sino qué cintura teníamos las trabajadoras, hasta que fue cambiando con el tiempo y nos empezaron a ver como compañeras. Tuve la suerte de que un compañero, una persona mayor, decidió enseñarme a soldar, no cualquiera lo hacía, siempre voy a estar agradecida.
-¿Cómo te sumaste a la militancia gremial?
-Tras ser soldadora durante seis años se presenta una próxima elección de delegados y los compañeros se acercaron a pedirme que lo fuera pero en ese momento mi prioridad era ser mamá y decidí no aceptarlo porque no iba a poder estar a pleno como se debe. Al otro año me vuelven a decir y me convencieron, vamos a una elección entre dos compañeras y soy elegida como delegada.
Ahí empecé mi función que vuelvo a renovar y empiezo también a venir más habitualmente acá, al sindicato, un compañero de la empresa pasó a estar en Comisión Directiva y siempre me abrió las puertas para que me acerque.
Pasados los años se presenta la posibilidad de que el gremio participe en una elección -se refiere al proceso electoral del 2019- y me hacen la propuesta de que sea quien represente al gremio lo que es un orgullo, y más en un gremio ampliamente masculino donde en este momento somos seis delegadas. Actualmente estoy un rato en el gremio, otro en la fábrica, otro en casa y otro en política.
-¿Cómo es la participación laboral y sindical para una mujer en el sector?
-La mayoría de las mujeres que trabajan en la industria de este sector son jefas de familia, sostenes de hogar. Hoy en la línea blanca subió mucho el trabajo y se nota una mayoría de mujeres, aunque nunca han superado el 50 por ciento del plantel, ni siquiera contando administración.
Todo es un efecto dominó, cuando no son muchas las compañeras que forman parte de la industria, porque son pocas las que entran y también son pocas las que se pueden dividir los tiempos, es menos también la participación sindical. Mi objetivo es que hoy seamos más mujeres en el gremio, es el mayor desafío que tenemos actualmente, que más mujeres quieran ser delegadas.
Una anécdota personal, antes cuando decía que trabajaba en tal empresa metalúrgica me preguntaban ¿en la administración? y a veces agregaban ¿y tu marido que dice que sos soldadora?
-¿Cómo ves la participación en un proyecto político?
-Si miramos la historia los gremios son la columna vertebral de la política, y si bien eso se fue debilitando y quizás ya no se ve como antes, es muy importante recordarlo, y sobre todo que los delegados y trabajadores seamos quienes formamos parte de esa participación porque somos quienes vemos los problemas de la sociedad, porque desde arriba quizás los ven pero no los sufren como el trabajador.
Con respecto al nuevo rol institucional en el Concejo estoy ansiosa y con muchas ganas de aprender, cuando me dedico a algo me gusta ponerle todo, estoy nerviosa, agradecida, porque es una herramienta más para hacer lo que nos gusta que es defender y ayudar a los demás, gremialmente tenemos eso en la sangre. Primero me ocupé de los trabajadores de la fábrica, luego de los metalúrgicos y ahora el desafío es ayudar a cualquier ciudadano/a.
-¿Cómo ves la actualidad del sector en cuanto a la recuperación del poder adquisitivo?
-Los metalúrgicos veníamos muy golpeados del gobierno de Mauricio Macri, empresas cerradas, gente suspendida, la pandemia parecía que empeoraba pero paulatinamente los compañeros fueron volviendo a las plantas y hoy algunas están sumando gente. Ahora lo que queda es recuperar el poder adquisitivo porque el trabajo lo tenemos pero el dinero no alcanza. Me preocupa que a veces nos tiran los temas en la cara, como la quita de indemnizaciones, y no reaccionamos, creo que nos tenemos que unir más colectivamente.
Foto portada Ph Martina Haure