El proyecto de ley de Cuidadorxs Domiciliarios volvió a presentarse en mayo de este año en el Congreso, tras haber perdido estado parlamentario en el 2019.
Bajo el lema “cuidar a quienes nos cuidan”, la diputada nacional Mónica Macha (Frente de Todos) trabaja con la Organización de Cuidadores Domiciliarios de Argentina (OCDA) en pos de generar condiciones laborales óptimas para el desempeño de este tipo de actividad.
En diálogo con Reveladas, Macha subrayó: “Se trata de darle un marco al rol de lxs cuidadorxs domiciliarixs que trabajan con adultos mayores o personas con alguna enfermedad. Son personas abocadas a la situación de alguien que necesita del acompañamiento de otra persona”.
Y agregó: “A partir de las propuestas y experiencia laboral de OCDA, lo que pudimos elaborar es un proyecto para dar un marco de derechos laborales a esta tarea. En esta nueva presentación, pudimos redactar una versión que incluye a las cooperativas de cuidadorxs, dando así un mayor volumen al proyecto”.
La inciativa busca regular la prestación del servicio de cuidado socio-sanitario; reconocer y jerarquizar la profesionalización de la actividad; crear un Registro Nacional de Cuidadorxs Domiciliarios e informar derechos laborales. Cabe resaltar que, actualmente, el cuidado se resuelve en forma individual o comunitaria sin ningún tipo de regulación concreta. De hecho, existen numerosas empresas que terminan mediando entre cuidadorxs y quienes necesitan de los cuidados, precarizando enormemente el trabajo y, por consiguiente, vulnerando derechos.
Tareas específicas
Lxs cuidadorxs, que desempeñan tareas de atención y asistencia socio-sanitaria de baja complejidad, tienen el vínculo con el médico o médica de cabecera quien refiere las tareas fundamentales de las vidas cotidianas de las personas para que colaboren en el quehacer de las mismas. Desde la administración de medicamentos hasta el correcto mantenimiento de dietas alimenticias, hábitos de higiene, así como cualquier actividad diaria, incluyendo un gran sostén emocional.
La atención y asistencia se dirige a personas con discapacidad, patologías crónicas, transitorias o terminales, enfermedades invalidantes o personas adultas mayores en situación de dependencia. El cuidado puede realizarse tanto en domicilios particulares como así también en establecimientos asistenciales e instituciones de salud públicas o privadas.
En tal sentido, las familias completas resultan beneficiadas por el aporte laboral de lxs cuidadorxs, entendiendo que su presencia y acción permite que el resto de miembros puedan sostener el resto de su vida cotidiana, laboral y familiar.
Registro Nacional y reconocimientos laborales
Generar un Registro Nacional permitirá “la profesionalización de cuidadoras y cuidadores”, según detalló Macha. En este aspecto, amplió: “El registro es un hecho de transparencia, de conocimiento y jerarquización. Permite saber quiénes son, dónde están, cuál es su situación y, a su vez, visibiliza la cantidad y calidad de este tipo de trabajo”. A partir de este Registro, lxs trabajadorxs obtendrán un certificado habilitante expedido por la autoridad de aplicación.
Este proyecto “nace del feminismo” entendiendo que “es una transformación feminista de las condiciones de las compañeras”. Estadísticamente, el 76 por ciento de las tareas de cuidado son realizadas por mujeres y, quizás por ello, el reconocimiento social y laboral es aún más trabajoso.
El sector que comprende es muy amplio y actualmente se encuentra en “una situación pre-peronista”, es decir, «sin jubilación, sin seguridad social, sin tarifas concretas de referencia, sin horarios regulados, sin vacaciones, sin protección, sin esquemas laborales justos y dignos». Por ello es de suma urgencia su tratamiento y posterior aprobación e implementación. “Cuando decimos que el feminismo es justicia social, nos referimos a esto”, resaltó la legisladora y se mostró expectante a raíz de la llegada del proyecto del Poder Ejecutivo sobre la creación de un Sistema Integral de Cuidados.
