La provincia es Corrientes y es el año 2003. Hay una familia que se apoya en una madre que es también abuela y que vela por la seguridad de su hija Ana que no se viene sintiendo muy bien. Ana no tiene obra social porque su marido Kelo destina ese dinero a pagar las cuotas de su auto nuevo. Este es uno de los tantos indicios de violencia patriarcal en el seno de una sociedad que tambalea entre la corrupción política y la desidia del sistema de salud. Te compré girasoles (E.M.R, 2021) es una novela testimonial de María Angélica Vicat, escrita ante la necesidad de contar los hechos reales de una tragedia familiar.
“Parece que abusar de las hijas es muy común acá en Corrientes. Tuvimos una niñera cuyo padre estaba preso por esa causa. La chica contó que su padre la abusó y ella le contó a la madre, que era portera de la escuela, y lo denunció. Diez años de cárcel. Pero que la madre la odió a partir de eso porque no le alcanzaba la plata para mantener a todos los hijos. Cuando lo contaba lo hacía con una naturalidad que nos hacía pensar que para ella era algo normal”.
Ese es el contexto en el que vive Ana y ese es el estilo de Vicat: directo, punzante y coloquial. Entre el monólogo interior y el relato de denuncia, la voz de la narradora ilustra la naturalización de la violencia hacia las mujeres como punto de partida de lo que vendrá después: una muerte anunciada.
En Corrientes la medicina se sostiene por acomodo y la inoperancia se vuelve algo natural. Los hombres son dueños de los cuerpos y decisiones de las mujeres. Frente a la crisis económica que se acrecienta, una madre tiene que poderlo todo, sin quejarse. “Malditos estúpidos, si somos mujeres y no ven el mango de un cuchillo saliendo de algún lado siempre estamos ansiosas, tenemos problemas familiares, las tareas de la casa nos superan, el sueldo no nos alcanza, el marido no nos atiende”. Esta es la queja de una madre que sabe que su hija está en peligro.
La novela maneja una tensión tal que invita a leerla de un tirón. Resulta inevitable no compadecerse con los personajes y no sentir impotencia ante un desenlace trágico que podría haberse evitado. Te compré girasoles es una denuncia, pero también un deseo de transformación que apela al valor de la palabra. La necesidad de contar, como señala el epígrafe de Hannah Arendt, puede ser una herramienta terapéutica, una forma de superación.
María Angélica Vicat nació en Buenos Aires en 1946 y actualmente vive en Villa Giardino, Córdoba. Trabajó como meteoróloga, docente rural, comerciante de artesanías, periodista y librera. Tuvo seis hijos, quince nietos y varios bisnietos. Escribe relatos fantásticos y de ciencia ficción. Te compré girasoles, su primera novela, fue finalista del Concurso Regional EMR 2018.