Nueve son los cuentos de este libro, y nueve son las voces —distintas, potentes, confesionales— que narran las historias. Soy una tonta por quererte (Tusquets, 2022) llega tras el éxito de Las malas para afianzar el estilo singular de Camila Sosa Villada. Entre el humor, la magia, lo autobiográfico y el mito, la autora despliega argumentos originales contados con el ritmo propio de la oralidad y un interés por quien escucha. Tanto es así que parece que Camila, como la actriz y performer que es, nos mirará leerla.

El primer cuento tiene mucho de autobiográfico: es un recorte de la vida de Don Sosa y La Grace, los padres de la autora, quienes van al santuario de la Difunta Correa a pedir que su hija cambie de trabajo, o más claro: que su hija travesti deje la prostitución. Esta primera historia parece abrir el universo narrativo de Soy una tonta por quererte, ya que el cambio de vida sucede muy pronto, y gracias a la literatura. A los tres meses del pedido, Camila estrenaba Carnes Tolendas, una obra teatral que le abriría un camino lleno de éxitos.

Y tras esa historia iniciática, de mito popular y confesión, se suceden los demás cuentos, desplegando un abanico de voces y protagonistas: infancias vulnerables, padres violentos, travestis en peligro —en un country privado o en la época de la inquisición— y hasta una novia de alquiler, entre muchas otras historias.

En este libro la autora parece transformarse una y otra vez, volcando el travestismo en su literatura, como si a cada rato cambiara la piel. Ya lo dijo ella en reiteradas ocasiones: “mi primer acto de travestismo fue empezar a escribir”. Y ese vínculo entre su propia vida y las letras convierte a su obra en algo performático. “En la escritura es inútil disfrazar una primera persona porque los escritos comienzan a enfermarse a los tres o cuatro párrafos”, comenta la narradora en Gracias, Difunta Correa, el primero de los nueve cuentos.

La historia que da título al libro, Soy una tonta por quererte, se destaca por su humor, el clima y la originalidad. En este cuento dos travestis se hacen amigas de la cantante Billie Holliday, a la que defienden de un Louis Armstrong violento. Las protagonistas son peluqueras y viven en Harlem, rodeadas de un ambiente de jazz, drogas y amoríos que logra transportarnos al New York de los años cincuenta. Pero por si eso no alcanzara, la autora propone en una nota al pie escuchar la canción Lady in Satin de principio a fin, en un cuarto y a solas. De nuevo, Camila y su acto performático de cara al público.

Lxs protagonistxs de los cuentos son un poco marginales, un poco outsiders y muy magnéticos. Bucean entre la magia y el realismo —cargado de crítica social— logrando una ficción extravagante y que no decepciona. ¿Lo mejor? Un aire diferente, el nuevo toque distintivo de la literatura contemporánea.