Dar la palabra era una práctica habitual. Hoy tomamos la palabra. Con perspectiva de género, con feminismos atravesándolo todo, cuestionándolo todo. Sin hipocresías. Porque el cinismo no le sirve al oficio, parafraseando a Kapucinsky.
Algo de lo que compartió Sonia Tessa, periodista invitada a la presentación de Reveladas, un medio digital feminista, pensado, diseñado, gestionado por dos mujeres jóvenes, hermanas de la revolución.
Reconocer a la generación del medio, las de veintipico, las «milenialls», que toman la posta de todo lo que aprendieron, aprehendieron, y aprenden de sus hoy referentes (llámese en la ciudad Sonia Tessa, el Suplemento Las 12, el Boletín Enredando, el movimiento Ni Una Menos), y que se ponen desafíos y que no se conforman y que arriesgan y que apuestan a multiplicar las voces «de un conjunto de mujeres que en distintos ámbitos están haciendo la revolución feminista», es tarea para hoy.
Hubo que improvisar mesas en el bar Bohemia (un espacio alucinante para eventos ), para escuchar a quienes invitaban a «pensar juntes qué recorridos queremos hacer desde el periodismo».
Egresadas del ISET 18, Eugenia Rodríguez y Julieta Gabirondo decidieron que eso que las impulsaba a marchar, a cuestionar y cuestionarse, a militar, y a ejercer la profesión, podían conjugarse con coherencia en estos tiempos revolucionarios.
Porque a las crisis se las atraviesa con creatividad, ellas se jugaron y apostaron a más. Porque «los cambios a nivel de lo simbólico son los más difíciles», entonces hay que descubrir, mostrar, decir. Revelar.
«Reveladas habla de cómo nos mueve la bronca , la furia, y el deseo de impulsar un proyecto autogestivo», dirá Cruz Ciarniello, alma mater del Boletín Enredando.

Deseo. Molar y molecular.
Porque importa narrarnos y visibilizarnos.
Porque importa…
«Todos los días en tetas
Las tetas sobre la mesa
Las tetas tomando decisiones
Las tetas mías
Mis tetas chicas
mi mamá rezando para que no tenga tanto
no sufra
Las tuyas grandes
una más grande que la otra
Así somos
TETAS
Las tetas que una vez fueron tetillas
y un macho muy machito decidió tocar
porque creía suyas
Las que escondiste
y te encorvaste
en nombre de las buenas costumbres
y te pusiste push-up para ser,
para pertenecer
Las que mostraste
Las que te tocaron por primera vez
arriba del pullover de la escuela
Las que andan sin atadura
salen por arriba, por el costado
Mis tetas, que se quieren escapar conmigo…
hay las que están solas
estamos nosotras también, solas
colgando..
¡Que no nos vengan a decir cómo organizar nuestras tetas!
Guardar las tetas es mentira
guardar las tetas es guardarnos
a quienes portamos tetas.
Callan a las tetas
las abusan
las aprietan hasta matar
las miran lavando los platos
le dan falsos lugares
las mandan a juntar votos.
¿Alguna vez contaste a cuanta teta le pones like?
Como si fuese siempre la misma teta
pero hay que saber ver
¿Qué se piensan que molesta de los descamisados?
LAS TETAS
y les tienen miedo
puro pudor patriarcal
La teta es el límite
no se soporta tanta teta junta
no se soporta tanta teta sublevada
Les gusta
la que esta aprisionada
que vale lo que vale, una teta
no gusta la teta que habla,
que decide salir entre la remera holgada
no se aguantan la teta de la justicia social
no se aguantan la teta firme de cristina
que revienta botones
VOS NO TE AGUANTÁS UNA TETA QUE AMA
Da miedo que un par de tetas cambien las reglas
del juego
Yo, muestro mis tetas
para que sepas quién soy
que no me banco la sucesión de
liviandades de cada día
por eso me las toco y las libero
las palpo
las pinto
Para que sepas,
una vez, nos aprendimos a mostrar.» (Poema de Lucía González)
