Este es un fragmento de la primera novela de ciencia ficción de Dalila Capeletti titulada Midrosis. La obra fue lanzada digitalmente a finales del año pasado, y en marzo se presentó en formato papel en su pueblo natal, Calchaquí. Reveladas conversó con Dalila acerca del proceso de escritura y del dispositivo del arte como sanación.

La protagonista de esta novela se llama Lucía, una mujer que transita una vida como la de muchas otras pares pero llega un momento en que su cuerpo empieza a sufrir transformaciones producto de sus vivencias. Midrosis viene a representar el proceso en el cual está mujer se transforma en una mujer pez, en una «hidris, un ser monstruoso que habita en las profundidades del océano», comentó Dalila.

En la obra aparecen varios personajes como su madre, que acarrea su propios padecimientos al igual que muchas mujeres de la familia de la protagonista. También hay personajes masculinos y una historia de amor accidentada que se va trabajando a lo largo del libro. En ese sentido, la autora es contundente «la historia de Lucía no es un hecho aislado, individual, es una historia colectiva. Y termina por trascender lo íntimo, porque eso que nos pasa a cada una de nosotras, pudo pasarles a muchas otras».

La novela surgió como un espacio de catarsis, de poder contar los hechos. Bajo tratamiento terapéutico, comenzó a escribirla hacia fines del año 2019, «se fueron dando una serie de procesos tanto en su escritura como en su corrección a medida que vos misma le vas haciendo preguntas al texto» contó a este medio. De hecho, inicialmente la obra tenía tres protagonistas y sobre ello Dalila explicó que «finalmente me dio cuenta de que no podía haber tres personajes distintos, porque los hechos le ocurren a Lucía, que era yo en ese caso». Durante la entrevista, comentó que llevaba a terapia parte de algún capítulo y fue la psicóloga quien le planteó la idea de poder despegarse de la obra «para que sea algo creativo y literario, donde yo pueda vivir eso desde otro lugar». La novela recibió una mención honorífica del Ministerio de Cultura provincial.

En paralelo decidió organizar en su pueblo natal Calchaquí un taller de escritura creativa,»me interesaba poder transmitir esa herramienta que a mí me sirvió, por eso la idea de compartirlo y que mejor que en mi pueblo», señaló y agregó «hicimos un ejercicio de escritura en torno a pensar las relaciones que nos sostienen y en ese momento encontré mi reparación».

El arte sana

Dalila comentó que durante toda su niñez escribió. «El tema es la palabra, en vez de callar comencé a escribir a mi manera, poder ponerle un nombre a aquella violencia y reconocerla, también tengo que agradecer a la militancia en Mumalá, entre otras redes afectivas que contienen» enfatizó.

«El día que me vine a Rosario a estudiar Relaciones Internacionales lo hice con la idea de nunca más volver a mi pueblo, el escapar de un lugar que me hizo tanto daño, y el estar lejos de mi familia también fue muy doloroso» compartió Dalila. «También tuve miedo durante mucho tiempo de la reacción de mi pueblo, que no te crean, por eso cuando me decidí a denunciar, terminé de comprender que yo no era una víctima, sino una sobreviviente. En Midrosis podemos dar cuenta de que el lugar donde queda Lucía, desconocido, nuevo y distinto es, a su vez, un lugar esperanzador» destacó.

Autogestión

Escribir y publicar no es tarea sencilla. En el camino de presentar Midrosis, Dalila intentó hacerlo por editoriales pero «sin alguien que te apadrine es sumamente difícil».

Un amigo le sugirió la idea de publicarla digitalmente y fue así como se encaminó su difusión inicial. «La idea era que cualquier persona tenga acceso a ella por eso lo hice de descarga gratuita, y que cada quien pueda identificarse con aquello que lo convoque» expresó.

Sin embargo, la idea del formato papel no quedó descartada. Finalmente pudo hacerlo por medio de una preventa, un trabajo minucioso de tipo manual, «con mucho esfuerzo, con mucha ayuda de amigues y colegas, y sobre todo considerando el tiempo que lleve el proceso».