Marlene nació en el barrio San Agustín de la ciudad de Santa Fe, y es la heroína —¿o antiheroína?— de esta historia. Usa pelucas de colores y también armas, trabaja como seguridad privada, adora a la virgen de la Guadalupe y se perfuma con Chanel n° 5. Así es la protagonista de La Ripley (E.M.R, 2018), una novela corta de Analía Giordanino que se corre del lugar común para dar paso a un drama litoraleño teñido de aventuras, amores y venganzas.
Volver al barrio siempre trae recuerdos, y así le sucede a Marlene, quien revive un pasado en donde la violencia patriarcal se hace presente. Una infancia sin madre, una adolescencia de abusos, abortos, balas y borrachos se pone en escena y aparecen las cuentas pendientes; y es que del pasado no se sale inmune.
La protagonista se parece a los personajes de los cómics de aventuras, porque poco se sabe de su emocionalidad y porque hay mucho de acción. Ella es una mujer que va para adelante más que para adentro, y eso le permite salirse del destino de pasividad que le esperaba: ser propiedad privada, madre por obligación y mujer violentada.
El título La Ripley justamente juega con eso, ya que recuerda a un personaje de ciencia ficción, la teniente Ellen Ripley de la saga Alien, que tiene el mismo coraje y aplomo que Marlene. Pero Marlene es nuestra, del litoral, con las botas embarradas por mercados, basurales, mataderos y las aguas del Salado.
“El río absorbe todo, lo bueno y lo malo, y también las cosas que uno no sabe que tiene en la cabeza o en el cuerpo. Por eso uno se queda así, se vacía a veces, se queda chato, como la superficie de todo, lisa y humedecida, resbaladiza, brillante, llena de luces y sombras y desperdicios que esperan las tormentas para desaparecer o mezclarse con el fondo, o volver a salir, enredados en las raíces viajeras, verdes y frescas”. Así describe Giordanino al río, como un personaje más de la novela.
El río es depósito de chicos que se ahogaron escapando del calor, y también es letra en la música rapera de jóvenes pescadores. El agua en La Ripley habla, es la banda sonora de la historia y por momentos, protagonista.
Y como el agua que fluye, en La Ripley también fluye la poesía, con una sutileza que recuerda a Sara Gallardo, por el ritmo y por todo aquello que no se dice, pero que está en el aire. Con un estilo conciso, contundente y sin estridencias, la autora logra contar el litoral de un modo diferente. Los abusos, la vulnerabilidad, el erotismo y la violencia patriarcal se redefinen con Marlene, protagonista extraña que busca la venganza entre pelucas y cuchillos.
Analía Giordanino (Santa Fe, 1974) es profesora en Letras por la Universidad Nacional del Litoral y escribe poesía y narrativa. Publicó Fantasmas (UNL, 2008), Nocturna (Diatriba 2009) y Terrícola (Iván Rosado, 2015), entre otros libros. La Ripley obtuvo el segundo premio en el Concurso Regional de Nouvelle EMR 2017, cuyo jurado estuvo integrado por Vera Giaconi, Alan Pauls y Luis Sagasti.