Infancias trans: “Nunca vi a mi hija tan feliz hasta que fue mi hijo”

Infancias trans: “Nunca vi a mi hija tan feliz hasta que fue mi hijo”

Cada 28 de junio el Día Internacional del Orgullo LGBTQ+ no sólo celebra las identidades y las posibilidades de ser, sino que también convoca a que los espacios y lugares cotidianos realmente respeten los derechos de todas las personas más allá de su orientación sexual e identidad de género. Y, en este pedido, las infancias y sus familias son grandes protagonistas.

¿Qué sentís ahora que podés ser un varón?”, le pregunta Sabrina a Luca. “Ser feliz”, le dice él a su mamá, mientras continúa enumerando todas las actividades que realiza con firmeza y convicción. La misma firmeza y convicción que lo llevaron a nombrarse a sí mismo como un niño desde sus 2 años de edad, cuando su desarrollo le permitió hablar y comunicar lo que sentía. Hoy tiene 7 años y vive junto a su familia en la ciudad capital de la provincia de Santa Fe.

Con esa pregunta y esas respuestas tan inquebrantables comienza el documental “Infancias trans y sus familias”, de la Asociación Civil Varones Trans y No Binaries de la provincia de Santa Fe (https://www.youtube.com/watch?v=Lwg56nXW474&t=30s&ab_channel=VomitanGlitter) que, desde su fundación en Rosario, realiza acompañamientos a varones trans y sus familias con un espacio también pensado para las infancias.

Más allá de la existencia de la Ley n° 26.743 de Identidad de Género, aprobada en 2012, las personas travestis y trans continúan teniendo un promedio de vida de entre 35 y 40 años según detallan los distintos informes realizados. Y la discriminación junto a la exclusión tanto del hogar como de los diversos espacios cotidianos es la principal causa de esta problemática.

“Todo esto comienza desde nuestra niñez, porque cuando todos los espacios empiezan a ser tan excluyentes y a violentarte desde tan pequeños uno abandona los estudios y así es difícil pensar en tener vidas dignas. Sin estudios es difícil conseguir un trabajo que permita el acceso a la vivienda. Pensar en cambiar la calidad de vida que hoy llevamos las personas trans tiene que ver con pensar en proteger, entender, escuchar y acompañar a las niñeces trans”, le detalló a Reveladas Giovi Novello, actual coordinador de la Asociación Civil Varones Trans y cantante de Vomitan Glitter.

Y agregó: “Es necesario que el Estado intervenga en el acompañamiento de las niñeces trans, más allá de las leyes. A pesar de que la Ley de Identidad de Género tenga más de una década, sigue siendo una ley desconocida en muchos espacios y, además, no tiene presupuesto. Entonces necesitamos todo el tiempo la voluntad política para el cumplimiento, tanto de las leyes como de las resoluciones ministeriales que hay para proteger a niñas, niños y adolescentes travestis trans”.

Nunca vi a mi hija tan feliz hasta que fue mi hijo

“Cuando estaba finalizando sus 4 años, Luca empezó a molestarse porque no lo nombrábamos en masculino. Él todo el tiempo se cambiaba de nombre. Elegía nombres de personajes del momento, pero siempre en masculino”, recordó Sabrina en diálogo con este medio. Y subrayó: “Uno notaba mucho el malestar que le provocaba, sobre todo por las preguntas más firmes y serias que hacía, como por ejemplo cuándo le iba a crecer el pene o por qué se vestía como una nena si él era un varón”.

Ante tamañas insistencias y en observación constante de sus inquietudes y malestares, la familia de Luca decidió buscar ayuda profesional. “Entre mi terapeuta y el terapeuta de mi hijo más grande fuimos tocando puertas hasta dar con un especialista en género y así encontramos a su psicólogo”, resaltó. El mismo terapeuta fue quien puso a la familia en contacto con la Asociación Civil Varones Trans y No Binaries en pos de que la familia en su totalidad encuentre el apoyo y acompañamiento necesarios para realizar cualquier trámite, e incluso para adaptarse a una completa e integral transición.

Y es que, más allá de la transición propia de Luca, la familia también debió transicionar y adaptarse a nuevos roles y lugares, a mapaternar una nueva identidad y, sobre todo, toparse con los distintos obstáculos sociales que muchas veces se generan desde los vacíos estatales. En este aspecto, la Asociación Civil Varones Trans comenzó a impulsar distintas acciones y, junto a la concejala Laura Mondino del Frente Progresista realizaron la primera ordenanza municipal para crear el Plan de Abordaje Integral de las Niñeces Trans aprobada el año pasado en la ciudad de Santa Fe. Bajo la misma se busca capacitar a clubes, escuelas e instituciones recreativas.

Abrazar y acompañar

“Con la Asociación tenemos un espacio que funciona tanto en la ciudad de Santa Fe los días martes como en Rosario los días jueves durante todo el año. Ahí acuden niños, niñas y adolescentes trans para encontrarse con sus pares, a la vez que habilitamos un espacio para las familias de estes chiques”, comentó Giovi.

El mismo resulta ser un espacio de escucha, contención, acompañamiento, pero no sólo desde lo emocional sino también desde lo burocrático, como por ejemplo en cuestiones de cambio registral, salud, entre otras situaciones que requieran algún trámite: “A su vez, esto de estar juntes es sumamente importante porque no es lo mismo para un niño o niña trans compartir con alguien que se asemeje a elles. Tenemos un equipo de psicólogas y abogadas que acompañan cada proceso”.

Este tipo de abordajes es sumamente importante, sobre todo para las familias en su integridad. “A nivel provincial y municipal sinceramente no habíamos encontrado nada. Una vez, estando con Giovi, nos dirigimos a la división de Mujeres y Disidencias en la Municipalidad de Santa Fe y ahí encontramos, para algunas situaciones particulares, asistencia social o asesoramiento legal, ya que Luca también es un niño con discapacidad. Uno de nuestros problemas fue renovar su carnet con su nombre autopercibido”, recordó Sabrina.

Para ello necesitaron realizar el cambio registral y, al dirigirse al Registro Civil, les solicitaron “la figura del abogado del niño”, una figura que debería cubrir el Estado pero no lo hace. “Ahí es donde aparece la Asociación, nuevamente, a proveernos de un abogado”, destacó Sabrina. Es allí donde todo se torna complejo y el propio Estado no logra hacer cumplir las leyes que ya existen incluso hace más de una década.

“Es muy difícil cuando una niñez trans es validada en su casa, pero después tiene que ir a una escuela en donde no lo llaman por su nombre, o va un club en donde no puede jugar a lo que quiere o en donde quisiera, o tener que pasar una mañana entera sin poder ir al baño o perderse viajes de estudio a causa de la exclusión”, explicó Giovi. Es por ello que el Estado y educadores deben estar preparados para garantizar los derechos correspondientes, acompañando en forma integral y transversal.

“Si con tus hijxs no, con lxs míos tampoco”

A partir de su propia experiencia, Sabrina comenzó a capacitarse y, en la actualidad, es quien acompaña a Giovi en las distintas actividades y propuestas de la Asociación: “Busqué la manera de aprender, me capacité todo lo que pude para darle a Luca la maternidad que él necesitaba”.

En tal sentido, subrayó: “Yo sabía lo que era una persona trans, pero desconocía todo lo otro. Luca empezó su transición en sala de 5 donde comenzó a cambiar su ropa, se cortó el pelo, se cambió de nombre. Por suerte la institución respondió muy bien pero no sucedió lo mismo en un comienzo con los papás”.

Fue así que se propuso dar, lo que ella misma llamó, su “primera charla”. Al llevarse adelante una reunión de padres, Sabrina pidió la palabra a la directora y comenzó a relatar su proceso y lo que Luca estaba atravesando en ese momento. “Terminamos todos llorando”, recordó. Y agregó: “Es un proceso complicado, porque yo perdí a la persona que tenía, pero debí estar lista para recibir a la nueva. Ese recibimiento fue la parte más fácil, porque encontré a una persona totalmente feliz. Yo nunca había visto a mi hija tan feliz hasta que fue mi hijo”. Una transición que continúa abriéndose paso pero que, sin dudas, no es la única en el mundo.

“Es nuestra responsabilidad, como sociedad toda y como adultos, exigir que todos los derechos se garanticen. Cuando algo es identitario no es un capricho ni es algo que uno dice ‘hoy no tengo ganas de pensar en esto’ y no lo hace. Uno se acuesta y se levanta en ese cuerpo y en esa identidad y empezar a entenderlo es empezar a saber qué lugar ocupamos cada une y desde qué lugar podemos empezar a hacer un cambio social”, subrayó Giovi.

A modo de conclusión, Sabrina sostuvo: “Siento que terminé transformando mi maternidad en una militancia también a partir de haberme encontrado con mucho vacío y mucho silencio en este tiempo. Si no hubiese sido por Giovi y la Asociación, me encontraría viajando o con un acompañamiento a distancia para que Luca pueda desarrollarse correctamente. Por eso lo que más anhelo es apertura”.

Y finalizó: “Quiero dejar de tener que pensar en cómo preparar los espacios, qué lugares sí, que lugares no. Se nos ataca mucho por acompañar a nuestrxs hijxs y siempre nos dicen ‘con los niños no’. Y yo digo ‘si con tus hijxs no, con lxs míos tampoco’. Todos los niñxs tienen los mismos derechos, no dejan de ser niñxs por ser personas trans. Sienten y hacen cosas como cualquier niñx, sólo que Luca en este caso fue escuchado y tiene todo para tener su infancia libre. Deseo que el futuro esté preparado, con los brazos abiertos y mucha sensibilidad”.

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