Feminismo desde abajo: La experiencia de Las Libertas

Feminismo desde abajo: La experiencia de Las Libertas

El feminismo nos interpela, nos deconstruye y nos hermana. Con el feminismo como herramienta, de repente aprendemos a mirar. Identificamos más fácilmente que existen prácticas y costumbres que nos lastiman, que vulneran nuestros derechos y ubican a las mujeres e identidades disidentes en una posición de inferioridad en el constructo social y respecto al hombre. Entendemos que se justifica esa desigualdad con la idea de lo “culturalmente aceptado” y empezamos a cuestionar, a cuestionarnos. Entonces, la hartura inflama nuestras venas cual si fuese sangre y decimos basta: salir a pelear es lo primero que se nos viene a la mente. Esta vez no nos para nadie y la mejor manera es hacerlo juntas.

Las Libertas nacieron en Rosario un poco así, de la necesidad de información, del empezar a ver. Mujeres libres y autoconvocadas que decidieron reunirse regularmente para estudiar y debatir, donde terminó por gestarse una grupa feminista que hoy contiene a mujeres en situación de vulnerabilidad, activa movidas solidarias y participa de acciones de lucha y protesta. “Un espacio de contención”, según expresó Rosa Núñez -integrante de la agrupación–  en diálogo con Reveladas.

“Luego del Encuentro de Mujeres que se hizo en Rosario en 2016, nos empezamos a cuestionar el feminismo y todo lo que nos pasa como mujeres. En ese momento varias de nosotras estábamos en situaciones de pareja donde también nos hacían ruido muchas cosas y fue así que empezamos a hacer reuniones entre amigas, en diferentes casas, para plantear y debatir sobre estas cuestiones. Con el tiempo nos fuimos dando cuenta de que nos faltaba información y decidimos constituirnos como grupo”, explicó la entrevistada.

En sus comienzos, la organización se identificó con el nombre Encuentro de Mujeres 2016 y las reuniones se llevaban a cabo los días jueves en el bar de Distrito Siete, donde se juntaban para trabajar sobre distintos ejes. Durante el proceso de formación, la lógica y funcionamiento del grupo fue mutando y adaptándose a las demandas del momento, en consonancia con una ola feminista que también se transforma día a día y avanza a pasos agigantados.

“Pasamos por diferentes etapas. Al principio proponíamos un tema y tratábamos que el eje sea común, por ejemplo, una semana hablábamos de sexualidad, a la semana siguiente de prostitución, siempre con el objetivo y el fin de indagar e informarnos más. Esto pasó porque realmente sentimos que, cuando vinieron todas esas mujeres desde diferentes puntos del país a participar del Encuentro acá, nosotras teníamos cero información”, señaló la militante. Acto seguido, agregó: “Después eso fue mutando. Al año siguiente nos planteamos viajar al Encuentro de Mujeres en Chaco con todo lo que eso implica. Teníamos compañeras que estaban sin trabajo o no tenían presupuesto y tuvimos que organizamos para bancar y solventar los gastos. Se nos ocurrió hacer ferias, rifas, sorteos. Y así fuimos cambiando en pos de lo que iba necesitando el conjunto”.

En la actualidad Las Libertas se alzan como un ámbito plural y diverso, abierto a todas las compañeras que quieran sumarse. “Sabemos que es un espacio en el cual no va a haber cuestionamientos y donde podemos hablar abiertamente, todas sentimos esto. Es real que hay muchas diferencias políticas dentro de la grupa – aunque ninguna es de derecha y ninguna votó a Macri (risas) – pero son esas diferencias las que nos ayudan a armar hermosos debates de contención, de respeto y de formación incluso”, dijo la consultada. Estas mujeres conforman así un lugar seguro, un canal al que otras pueden recurrir en caso de estar atravesando situaciones violentas, carencias o vulnerabilidad. “Estamos a disposición de aquellas que nos necesiten, incluso funcionamos como una estructura de contención para nosotras mismas, porque no estamos exentas de nada porque también vivimos en carne propia la violencia machista. A muchas de nosotras nos sigue pasando”, sentenció.

Una mano en tiempos de pandemia

El coronavirus avanza despacio y al parecer pretende quedarse largo y tendido. La sociedad busca reconfigurarse en este nuevo escenario y Las Libertas no quedaron por fuera de la ecuación. El eje se corre de acuerdo a las necesidades del momento, aseguraron las pibas, y la pandemia marcó un nuevo pulso para la grupa en tiempos de cuarentena. “Decidimos corrernos para el lado de lo social, apuntando a una perspectiva solidaria que pudiéramos aplicar en la ciudad. Empezamos a hacer reuniones por zoom y a tomar consciencia sobre todo lo que es el coronavirus en los barrios, la ausencia del Estado ante las situaciones de mujeres víctimas de violencia, mujeres que son pilares de familia y que no han podido cobrar ninguna ayuda. Empezamos a cuestionarnos esta nueva realidad y a pensar qué hacer”, explicó Núñez.

Así surgió La Colectena: una estrategia pensada desde Las Libertas para colaborar con diversos sectores respetando las medidas de aislamiento social dispuestas para todo el territorio. La idea consistió en la creación de una cuenta bancaria bajo el alias LibertasRosario para recibir donaciones mediante depósitos o transferencias. “La empezamos a difundir entre nuestros conocidos, con nuestros amiguxs, en las redes y la verdad es que nos fue muy bien. Nos sigue yendo bien porque la seguimos manteniendo. Con el dinero recaudado estuvimos haciendo donaciones a un comedor de barrio Ludueña, Comedor Padre Montaldo,  sito en calle Puelche 125 bis. Se trató de un trabajo articulado con el grupo Desde el pie, que labura desde hace tiempo en la zona con mujeres en situación de violencia y abuso sexual en la infancia”, manifestó la militante.

Rosita, como la reconocen sus amigues, también participa activamente en Desde el pie y contó que ambas grupas trabajan codo a codo para dar respuesta a mujeres en situación de vulnerabilidad que no tienen ningún tipo de asistencia por parte de los Estados o no la suficiente. “El trabajo conjunto nos permitió definir necesidades y tratar de dar respuesta. Tuvimos muchos casos de mujeres que venían a pedir alimentos, productos de limpieza o asistencia de algún tipo. Si llegaban a Desde el pie y la agrupación no tenía fondos, lo pasaba a Las Libertas y de una u otra manera se colaboraba. Así nos fuimos moviendo poco a poco y tratando siempre de respetar las normas sanitarias”, contó la mujer.

Por otro lado, una parte de los recursos económicos recaudados en La Colectena fueron destinados también al armado y distribución de bolsones, manteniendo a su vez una economía solidaria capaz de alcanzar a las integrantes de la grupa. “Tuvimos el caso de una liberta que se quedó sin trabajo, por lo que tratamos de mover toda esta solidaridad que nos llega a través de amigxs, compañeras y las redes; y orientarla hacia ese lado. Esta compañera empezó a vender artículos de limpieza así que decidimos armar los bolsones con artículos que le compramos a ella”, contó Rosa.

En este contexto, la falta de respuestas por parte de las autoridades estatales parece convertirse en una figurita repetida. Desde Libertas sostienen que quienes ponen el pecho 24/7 en tiempos de pandemia son las organizaciones barriales que se arriesgan en cuerpo y esfuerzo para bancar los trapos. Al respecto, la representante aseguró que “las 22 pibas que conformamos la grupa asistimos a mujeres en riesgo, mujeres que están en una situación violenta o no tienen un plato de comida, les hacen falta pañales, no tienen una leche. La verdad es que somos nosotras las que estamos ahí. Es tristísimo, te hacen sentir que todo lo que hacés es poco, nunca alcanza”. 

Lo que se viene

De cara al 20 de Junio las pibas de Las Libertas ponen manos a la obra una vez más y encaran una movida solidaria. Algunas de sus integrantes se quedaron sin trabajo por causa de la crisis económica, mientras que otras están cobrando el 50 por ciento de su salario, por lo que estarán vendiendo empanadas cuyo fondo será destinado a la economía de la grupa. “A medida que alguna liberta va necesitando, porque no llega a fin de mes, porque le falta para el alquiler, porque no tiene para algún impuesto, se le transfiere el dinero. Llevamos además las cuentas muy claras, en una hoja de cálculo donde se detallan todos los movimientos. Incluso, cuando se puede pedimos fotos para publicar en las redes lo que se compró con el dinero donado y que todo sea más transparente”, dijo Núñez.

Por otra parte y también con miras hacia el futuro, analizan la posibilidad de consolidarse legalmente como una organización sin fines de lucro, con el fin de alcanzar una posición más “legal” y aspirar a algún tipo de reconocimiento por parte del Estado. Mientras tanto, las reuniones se retoman lentamente y la invitación a participar está hecha para “aquellas que se quieran sumar o que tengan alguna angustia o lo que fuese que estén pasando en esta cuarentena que no es fácil de sobrellevar. En las redes estamos como @libertasrosario”, concluyó.

Foto portada gentileza de Las Libertas

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