La lucha por la igualdad de oportunidades en el mundo laboral es tan histórica como actual entre las reivindicaciones de los movimientos feministas. Si bien las mujeres se fueron incorporando al mundo del trabajo, éste no las ha recibido por igual que a los varones: barreras en el acceso a trabajos considerados “masculinos”, menores salarios por iguales tareas, mayor tercerización y explotación laboral, despidos arbitrarios por el hecho de ser mujeres, falta de espacios de cuidado tanto privados como estatales para niñxs, son moneda corriente entre las demandas de las trabajadoras argentinas.

En este marco, en Rosario un grupo de mujeres viene luchando desde hace tiempo por tener las mismas oportunidades que sus pares varones en el mundo del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP).  Los colectivos tienen casi con exclusividad a hombres al frente del volante, y si bien las colectiveras –muchas con más de 15 años de experiencia laboral- son contratadas para reemplazos y vacaciones, no logran acceder a planta permanente.

Esta realidad no es nueva pero sale a la luz en la agenda pública a partir de la organización de mujeres colectiveras que -atravesadas por las mismas demandas de trabajo- decidieron emprender acciones colectivas en busca de respuestas para ellas y para todas.

Es así que 2017 por el impulso de la demanda de un grupo de mujeres conductoras de colectivos que habían sido despedidas de la empresa Semtur y que no volvieron a encontrar trabajo, el Concejo Municipal modificó la ordenanza 7981/2006 a partir del decreto 49.639/2017 que estableció que desde ese momento los nuevos ingresos de choferxs en el servicio público de pasajerxs debían ser paritarios para mujeres y varones. Sin embargo, a la fecha, las trabajadoras aseguran que la normativa nunca se efectivizó por completo ante lo cual decidieron acudir a la justicia.

“A fines de abril de este año decidimos presentar un amparo colectivo ante la justicia por entender que las instancias administrativas estaban agotadas. El amparo es individual y colectivo, lo presentamos cuatro trabajadoras que a principios de 2018 realizamos reemplazos en la empresa Movi Rosario y aún esperamos la posibilidad de ingreso a planta, donde solo entraron conductores varones. Esta medida es colectiva porque es para todas, para las que entregan CVs todo el tiempo en las empresas y que quedan archivados, para las que están cansadas de dar entrevistas y nunca ser llamadas, para las que tenemos muchos años de experiencia y solo nos cuentan en reemplazos”, detalló en diálogo con Reveladas María Álvarez, una de las conductoras que presentó el amparo.

En ese sentido aclaró que lo que pasó a principios de este mes fue la “admisión del amparo por ‘discriminación de género’ por parte de la justicia, no es una resolución definitiva”, precisó. Las demás trabajadoras firmantes de la presentación judicial son Alejandra Avendaño, Natalia Munaso y Silvina Moreno.

En cuanto a las partes involucradas, Álvarez fue clara al indicar: “Por un lado una de las barreras es la empresa, el Estado, que tiene la responsabilidad principal y debería dar el ejemplo. Mónica Fein en lugar de excusarse debería tomar la decisión de garantizar igualdad para varones y mujeres en el TUP”.

Por otro lado la conductora aseguró que “es evidente que el gremio es una barrera. El sindicato debería defender todos los puestos de trabajo en lugar de poner trabas al acceso de las compañeras mujeres”.

Al respeto dijo que evalúan tomar medidas judiciales por las declaraciones del titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) Rosario, Manuel Cornejo, quien la semana pasada en una entrevista en un medio local en el que se le consultó por los reclamos de las conductoras dijo que “el cuerpo de la mujer no está preparado para manejar colectivos”. Sobre ello Álvarez señaló: «las declaraciones de Cornejo, son machistas y discriminadoras, no vamos a quedarnos de brazos cruzados».

Finalmente la entrevistada convocó a todas las mujeres que estén interesadas en ser conductoras o que se enfrenten cotidianamente a estas desiguales condiciones para acceder al trabajo a sumarse a las acciones colectivas que están y seguirán realizando ya que “entre todas podemos lograr que se nos escuche”.