8M: Cómo les fue a las mujeres en materia económica y laboral

8M: Cómo les fue a las mujeres en materia económica y laboral

A más de cien años de los acontecimientos ocurridos en la fabrica Cotton de Nueva York, donde un grupo de mujeres murió incendiadas en un contexto de huelga realizado en sus lugares de trabajo, el 8 de marzo se conmemora el Dia de la Mujer Trabajadora.

Las mujeres y disidencias continuan organizandose para conquistar derechos. En ese marco, en el presente es urgente discutir la estructura del mercado de trabajo que históricamente se sostiene sobre el trabajo no reconocido que realizan las mujeres y que las ubica en posiciones con menos oportunidades laborales que los varones. Si bien los datos dan cuenta de una mejoría en los indicadores que muestran una recuperación económica en Argentina, también se observa que las mujeres tienen mas dificultades para incorporarse al mercado de trabajo y que las brechas son una constante histórica que persiste.

La recuperación económica se refleja en los niveles que alcanza la tasa de actividad en el tercer trimestre de 2022: según el INDEC las mujeres alcanzaron un 51,1%, un porcentaje superior al del mismo periodo del año anterior. Sin embargo, dado que la recuperación de los varones fue más acelerada, la brecha se amplió y pasó a a ser de 19,2 puntos porcentuales (0,8 p.p. mas que al año anterior). En el caso del empleo también se notaron mejorías, en lo que respecta a las mujeres y la tasa ascendió a un nivel máximo de 47,1%, aunque la diferencia con los varones es de 18,6 p.p.

El 2022 fue el segundo año consecutivo en el que la tasa de desocupación general mostró una recuperación y las mujeres alcanzaron el 7,08%: 1,3 p.p. más que los varones que tienen una tasa de 6,5%. La brecha se sostuvo ubicando nuevamente a las mujeres por encima del nivel general. En el informe 8 de marzo en perspectiva económica elaborado por el Observatorio de género del Centro de economía política argentina (CEPA) se destaca que “las desigualdades estructurales en el acceso al mercado laboral persisten pese a la mejora de la actividad económica”.

Algo similar ocurre si se analiza la situación de las y los jóvenes de entre 14 y 19 años, las tasas de desempleo son las más bajas de los últimos 7 años, pero en este caso la brecha se amplió con respecto al año anterior. La participación laboral de los y las jóvenes se agudiza con respecto a los niveles generales de desocupación ya que la tasa prácticamente duplica a la general: las mujeres alcanzan una tasa de 16,6% y la brecha en esta porción de la población es de 2,3%.

Las mujeres no solamente son las que más representación tienen en el sector de desocupados, además de contar con una tasa de empleo y actividad más baja, sino que también son mayoría en el sector del trabajo informal. Comparando los datos del tercer trimestre de 2021 y 2022 se refleja un crecimiento de 4,3p.p. de este sector y, como en los casos anteriores, la brecha es desfavorable para las mujeres: mientras que la tasa general fue de 37,4%, las mujeres se ubican por encima del nivel general y de los varones llegando a una tasa de 39,4%, la brecha es de 3,7p.p. Es decir que las mujeres son las que mas acceso tienen a trabajos en condiciones de trabajo de peor calidad.

El uso del tiempo, un factor de desigualdad

La distribución de las tareas de cuidado y del trabajo doméstico es profundamente desigual, ubicando a las mujeres como las principales protagonistas de trabajos que son importantes para el funcionamiento de los hogares como la limpieza, el acompañamiento educativo a chicxs en edad escolar o el cuidado de niñxs y adultos. Sin embargo, no tienen una recompensación económica por el tiempo que les demanda. La feminización de este tipo de trabajos responde a la división sexual del trabajo inherente al sistema capitalista en el que este tipo de actividades aparecen naturalmente como competencias de las mujeres.

Este sector de la actividad es clave para el sostenimiento del sistema económico y productivo, en el informe Mas mujeres para el desarrollo argentino destacan que «Desde 2020 la DNEIyG[C2]  releva una cuenta satélite con el aporte del Trabajo Doméstico y de Cuidados No Remunerado (TDCNR) al PIB. Según estas estimaciones, el sector de los cuidados representó aproximadamente el 18% del PBI en 2021 y fue el sector de mayor aporte en toda la economía, seguido por el comercio (16,2%) y la industria (15,0%)».  En la nota de El trabajo no remunerado es la principal actividad del país publicada en este medio se detallan los datos de un informe realizado por Dirección de Economía y Género del Ministerio de Economía Nacional donde se da cuenta del impacto social que tienen estas actividades dentro del mercado laboral.

La diferencia que hay entre la cantidad de horas que las mujeres dedican a las tareas de limpieza y cuidado con respecto a los varones es un factor que incide directamente en las posibilidades que tienen de insertarse en el mercado de trabajo y de acceder a mejores puestos, pero también las priva de la posibilidad de tener tiempo libre o destinar horas a su formación. En la Encuesta Nacional del Uso del tiempo de 2021, citado en el informe de CEPA, los datos señalan que la brecha que hay entre las horas que le dedican a diario los varones y mujeres al trabajo no remunerado es de dos horas y cincuenta minutos (2:51) en promedio. Mientras los varones destinan tres horas y cuarenta minutos 3:40 a este tipo de tareas, las mujeres destinan seis horas y media (6:31).

Asimismo, el Observatorio de Género incorporó la variable de hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas y señalaron que la carga de tareas de trabajo no remunerado se profundiza en el caso de las mujeres pertenecientes a sectores más vulnerables: “En las horas promedio de trabajo total, las mujeres registran una hora y media (1:34) diaria más que los varones (…). Los efectos negativos en el mercado laboral remunerado son mayores: las mujeres dedican dos horas y cuarenta minutos (2:40) menos que los varones en su inserción laboral y absorben más de cuatro horas (4:10) en trabajo no remunerado.”, señalan e indican que esa diferencia está vinculada a las escasas oportunidades que tienen de tercerizar el trabajo de cuidado.

¿Dónde están ubicadas las mujeres en el mercado de trabajo?

La segregacion laboral refiere a la representación que hay de mujeres y varones en las diferentes ocupaciones y ramas de actividad, es decir que pone de manifiesto cuál es el lugar que ocupa cada uno en el mercado de trabajo y esta distribución se encuentra en estrecha relación con los roles de género.  Respecto a esta cuestión, los datos evidencian que hay rubros donde se destaca la participación de las mujeres y otros donde su presencia es prácticamente nula, esto recibe el nombre de segregacion horizontal y generalmente esta diferencia coincide con que las mujeres son mayoría en aquellos trabajos que tienen ingresos más bajos.

Según el informe de CEPA los sectores de la economía que se encuentran sobre representados por mujeres son aquellos relacionados al cuidado: Servicio doméstico en el que integran el 96,3%, en Enseñanza son parte del 72,8% y en Servicios sociales y de salud explican el 67,9%. Por el contrario, los sectores donde hay menor presencia de mujeres son los de Construcción y el de Transporte, almacenamiento y comunicaciones donde integran el 3,6% y el 13,1% respectivamente. En el informe destacan que “estos sectores son los primeros en generar empleo frente a un escenario de crecimiento económico y generalmente no exigen niveles altos de capacitación y formación”.

El acceso a puestos de trabajo también tiene barreras para las mujeres y dentro de la organización jerárquica suelen ocupar puestos subordinados mientras que los varones se ubican en rangos más elevados, esto recibe el nombre de segregación vertical o “techo de cristal”. Según el informe La participación de las mujeres en el trabajo, el ingreso y la producción, correspondiente al segundo trimestre de 2022 “Solo el 5,1% de las mujeres ocupadas acceden a cargos de dirección o jefatura, mientras que el 8,4% de los varones ocupan ese tipo de cargos”. 

Brecha de ingresos

En lo que respecta a la brecha de ingresos es posible observar que, en el caso de ingresos por ocupación principal, en el tercer trimestre de 2022 los varones percibieron un 22,8% más que las mujeres y un 24,6% más de ingresos personales, aún así presentan una mejoría interanual ya que hubo una disminución de la brecha de 2,5 p.p. y 3,8 p.p. respectivamente.

Por otro lado, al comparar la situación de los asalariados y asalariadas formales e informales hay notorias diferencias: mientras que en el trimestre analizado la brecha de ingresos entre trabajadores y trabajadoras formales fue de 16,5%, en el caso de los informales este porcentaje asciende a 36,6%, en este sentido resulta importante destacar que «la formalidad del empleo garantiza no sólo el acceso a la seguridad social sino también a mejores ingresos y menor desigualdad salarial entre varones y mujeres», destacaron desde el Observatorio de Género de CEPA.

Políticas públicas con perspectiva de género

Si bien los datos dan cuenta de que la desigualdad es sostenida, que en los momentos de crisis las mujeres son las más desfavorecidas y que en periodos de crecimiento económico estas forman parte del sector que más dificultades tiene para la recomposición en el nivel de la actividad y empleo, desde el Observatorio hicieron un agrupamiento de las políticas públicas con perspectiva de género que fueron implementadas y que están orientadas a promover «la erradicación de las desigualdades y las violencias por motivos de género».

En el informe se detallan alrededor de 50 programas entre los que se encuentra el programa Acompañar que está orientado a mujeres y disidencias de entre 18 y 65 años que se encuentren en contextos de violencia de género. Consiste en un apoyo económico equivalente a un Salario Mínimo, Vital y Móvil y, además, se les brinda asesoramiento integral y acceso a dispositivos de fortalecimiento psicosocial. Esta es una de las medidas diseñadas para prevenir, erradicar y abordar las violencias por motivos de género.

Dentro de aquellas que fueron pensadas para mejorar la inserción laboral de mujeres y diversidades se encuentra el programa Registradas, creado en el año 2021. El mismo está destinado al trabajo en casas particulares que es realizado en un amplio porcentaje por mujeres y de manera informal. A través de esta medida, el Gobierno Nacional promueve la formalización de trabajadoras de casas particulares, haciéndose cargo durante 6 meses del 50% del salario de las trabajadoras recién contratadas que de esta manera acceden a gozar de derechos laborales.

Por otro lado, se implementaron políticas de gestión menstrual para garantizar el acceso a la salud de mujeres y diversidades ya que los productos de gestión menstrual representan un costo para las personas menstruantes que son quienes se encuentran sobre representadas en los sectores con menores ingresos. A partir del año 2020 se han llevado a cabo desde diferentes organismos del Estado distintas medidas como campañas de sensibilización, publicaciones, compras y distribución de copas menstruales o toallitas reutilizables o transferencias de suma fija.

Los detalles del análisis realizado en el informe ponen de manifiesto que el rol activo del Estado es clave para transformar las condiciones estructurales que ubican de manera desigual a las mujeres en los sectores del mercado de trabajo más desfavorables.

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